La evolución del stock y la desigualdad de la riqueza se encuentran actualmente en el centro del debate político y académico. Esto se debe, en gran medida, al éxito del libro El capital en el siglo XXI escrito por el economista francés Thomas Piketty. Su obra es el resultado de un esfuerzo titánico de recolección de datos para un periodo de más de 200 años, realizados por él mismo y un conjunto de coautores, y documenta que la desigualdad se ha disparado en las últimas tres décadas en los países desarrollados.

En España este debate tiene una especial importancia, puesto que el país ha experimentado una notable transformación en la composición, nivel y desigualdad de la riqueza durante la década de los 90, los años del boom inmobiliario y la posterior crisis económica, que resumo en seis hechos estilizados.

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I. En la última década nos hemos hecho más ricos

Empecemos por medir la riqueza, una variable de stock como las casas o los planes de pensiones, en proporción a los ingresos nacionales. El primer hecho estilizado indica que el ratio de riqueza de los hogares sobre la renta nacional ha aumentado considerablemente durante la última década (gráfico 1). Mientras que el ratio se mantuvo constante hasta 1995, a partir de entonces comenzó a aumentar, alcanzando el máximo de 875 % en 2007, el año más álgido de la burbuja inmobiliaria. En otras palabras, nos hicimos más ricos. Sin embargo, a partir del estallido de la crisis, ha decrecido hasta un nivel similar al de 2003.

Si comparamos entre países (gráfico 2), el nivel de riqueza sobre renta nacional que alcanzó España justo antes del estallido de la burbuja es mucho mayor que los ratios del resto de países desarrollados, superando incluso a la burbuja inmobiliaria y financiera de Japón de la década de los 80.

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II. A partir de 1998, la riqueza de los autónomos y la inmobiliaria cobraron mayor protagonismo…

El segundo hecho estilizado apunta a un crecimiento dispar entre los distintos componentes de la riqueza. El gráfico 3 muestra que existen dos fases bien diferenciadas: pre y post-1998. Durante la primera fase, los activos financieros aumentaron en una proporción más de tres veces mayor que el crecimiento en riqueza inmobiliaria y en riqueza de los autónomos.  Sin embargo, a partir de 1999, la riqueza inmobiliaria y la de los autónomos crecieron a un ritmo aproximadamente seis veces mayor que el que experimentaron los activos financieros durante ese mismo periodo.

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III. …dando lugar a un mayor crecimiento de la riqueza total

El tercer hecho estilizado resalta la distinta contribución de los componentes de la riqueza en el crecimiento total de la misma. Como se puede observar en el gráfico 1, el ratio de riqueza inmobiliaria sobre renta nacional decreció alrededor de un 50 % entre 1990 y 1998. A partir de entonces, y a causa del boom en el precio de la vivienda, el ratio creció considerablemente alcanzando niveles cercanos al 600 % en 2007.

La evolución de los activos financieros ha sido muy distinta ya que éstos crecieron un 60 % hasta 1998, y desde entonces, el ratio ha fluctuado sin una tendencia clara. El ratio de riqueza de los autónomos ha experimentado una evolución similar al de la riqueza inmobiliaria primero decreció casi un 10 % hasta 1998, y posteriormente, pasó de un 70 % en el 2008 al 50 % en el 2013.

 

IV. La riqueza inmobiliaria es el activo más importante de los hogares

El cuarto hecho estilizado es el incremento en la importancia de la riqueza inmobiliaria en la cartera de activos de los hogares. A lo largo de las últimas dos décadas, la riqueza inmobiliaria es el activo más importante de los hogares, representando siempre más de la mitad de la riqueza total de los hogares (gráfico 4).

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Sin embargo, cabe destacar que la composición de la riqueza de los hogares no ha sido constante. La proporción de riqueza inmobiliaria sobre el total de riqueza de los hogares disminuyó un 12 % entre 1990 y 1998. Durante ese periodo de tiempo, la proporción de activos financieros incrementó hasta llegar al 40 % en 1999. Esto se debió principalmente al incremento del valor de las acciones, que prácticamente se cuadruplicaron durante dicho periodo.

 

V. La concentración de riqueza aumenta a raíz del boom inmobiliario

El quinto hecho estilizado destaca una caída generalizada en la concentración de la riqueza a comienzos del boom, seguida por un marcado incremento en la desigualdad de la riqueza a finales del periodo de expansión y un posterior ligero descenso hasta 2011. El gráfico 5 muestra la evidencia al respecto para el 10 %, 5 % y 1 % más rico de los hogares españoles.

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VI. El aumento del precio de la vivienda benefició a los ricos, pero no a los más más ricos

El sexto y último hecho estilizado determina que el incremento en la concentración de la riqueza es un fenómeno concentrado entre el 10 % y el 0,5 % más rico de la población. Como se puede observar en el gráfico 6, la proporción de riqueza en manos del 50-25 % y del 25-10 % más rico es menor en 2011 que en 2002.  

Sin embargo, si miramos el 10 % más rico, la proporción de riqueza ha aumentado desde 2002 (gráfico 7):


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Por tanto, dada esta tendencia creciente del decil más rico, y para poder entender cuáles son los hogares que tienen una mayor riqueza acumulada, tenemos que descomponer la proporción de riqueza en manos del 10 % más rico. El gráfico 8 divide la proporción de riqueza en tres grupos distintos: primero del 10 al    5 %, segundo del 5 al 1 % y por último, los más ricos (del 1 al 0,5 %). Los datos muestran que el segundo grupo (5-1 %) es el que más ha incrementado su concentración de riqueza durante dicho periodo. El 10-5 % y el 1-0,5 % más rico también pasan a concentrar más pero el crecimiento no ha sido tan pronunciado.

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Sin embargo, si analizamos la concentración de riqueza del 0,5 % más rico, esto es, los más más ricos de España, su proporción cayó entre 2002 y 2011. La principal razón es que el dramático aumento del precio de la vivienda que se produjo en España durante ese periodo benefició a los ricos, pero no a los más más ricos.

Estos seis hechos estilizados revelan que, al igual que en el resto de países desarrollados analizados en El capital en el siglo XXI, el stock y la desigualdad de la riqueza han aumentado considerablemente en las últimas dos décadas en España. Las consecuencias de dicho fenómeno aún no han sido evaluadas empíricamente, pero estudios recientes a nivel global, como el artículo del Fondo Monetario Internacional sobre las causas y consecuencias de la desigualdad de la riqueza, obtienen que la desigualdad contrae el crecimiento. Asimismo, Alan B. Krueger, un reconocido profesor de la Universidad de Princeton, muestra con la gráfica conocida como la Curva del Gran Gatsby que los hijos de padres pobres tenían más probabilidad de seguir siendo pobres en el futuro.

Combatir la desigualdad es, por tanto, uno de los desafíos pendientes que el futuro gobierno de España tiene a partir de diciembre. Para ello, tendrá que buscar nuevas vías que reduzcan el desempleo, especialmente el de larga duración, fomentar la igualdad de oportunidades, diseñar un sistema fiscal más equitativo y eficiente y luchar con mayor intensidad contra el fraude y la corrupción. Una España menos desigual es posible… ¿lo harán posible?

 

Este artículo resume una parte de la tesina de Clara Martínez-Toledano Toledano (supervisada por Facundo Alvaredo y Thomas Piketty).